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El hombre del sombrero

Reflexión quinta (volviendo al tajo)

Demasiada ociosidad no podía ser buena. Está bien tomarse un respiro de vez en cuando, pero había que retomar la actividad con la mayor celeridad posible. Si no… se corría el riesgo de que el motor calase.

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2 comentarios

El hombre del sombrero -

A RUTH: Jaja. Tienes razón, suena a libro de autoayuda... Imagino que hay cosas que simplemente hay que hacerlas, porque al verbalizarlas suenan a sermón baratillo. Es que hay frases que sólo sirven para charlas de bar pseudo-filosóficas, y a partir del tercer whisky... Jeje

Saludos.

Ruth -

Sí, tú sigue repitiendo el mantra y seguro que al final terminas convenciéndote :lol: .