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El hombre del sombrero

¡Qué grande Joselito!

¡Qué grande Joselito!

Dejando a un lado el formato del programa, el racimo de concursantes, los que hablan en plató... lo que más me importa ahora mismo de todo ese universo que es Supervivientes es, sin duda alguna, Joselito. Este tío me cae bien, muy bien, es entrañable. He pasado muchas tardes frente al televisor viendo sus películas y le tengo un cariño especial. Y ahora, ya grandecito él (de edad, porque de estatura sigue más o menos igual), es una persona que lleva en su cara, en su cuerpo, en sus movimientos, marcado el paso de la vida, la vida sufrida y con tantos altibajos que ha tenido. Quizás pueda parecer absurdo, pero a mí Joselito me parece un grande. Y sólo quería gritarlo, desde aquí, a los cuatro vientos (por cierto, ¿alguien sabe cuáles son esos cuatro vientos? Hay expresiones que repetimos sin ton ni son… ¿qué será lo de ton y son?).

Os dejo con un vídeo que hace pocas horas se ha colgado en YouTube por parte de La panda del tirachinas. Parece que no soy el único al que Joselito le parece maravilloso. El hombre del sombrero también está con Joselito.

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4 comentarios

El hombre del sombrero -

A MARIANO: Se me escapa la relación de los cuatro vientos con Joselito... pero ha sido una lectura interesante.

Saludos.

mariano -

En la mitología griega, los Anemoi (en griego antiguo Άνεμοι, ‘vientos’) eran dioses del viento, que se correspondían con los puntos cardinales desde los que venían sus respectivos vientos y que estaban relacionados con las distintas estaciones y estados meteorológicos. A veces eran representados como simples ráfagas de viento y otras se les personificaba como hombres alados, e incluso en ocasiones tomaban la forma de caballos encerrados en los establos del dios de las tormentas Eolo, quien proveyó a Odiseo con los Anemoi en La Odisea. Astreo, la deidad astrológica a veces asociada con Eolo, y Eos, la diosa de la aurora, eran los padres de los Anemoi según el poeta griego Hesíodo.

De los cuatro vientos principales Bóreas era el viento del norte que traía el frío aire invernal, Noto era el viento del sur que traía las tormentas de finales del verano y del otoño y Céfiro era el viento del oeste que traía las suaves brisas de la primavera y principios del verano. Euro, el viento del este, no estaba asociado con ninguna de las tres estaciones griegas y es el único de estos cuatro vientos que no se menciona en la Teogonía de Hesíodo ni en los himnos órficos. Adicionalmente, se aludía a veces a cuatro vientos menores, representando respectivamente a los vientos del noreste, el sureste, el noroeste y el suroeste.

El hombre del sombrero -

A RUTH: Bueno... no es que me caiga mal la mujer, pero es que Joselito es mucho Joselito... ¡Yo creo que a Karmele se la come con patatas! Jeje.

Ah, y gracias por el piropo al post. Saludos.

Ruth -

Desde luego que, de todos, es el que más ilusión parece tener, pero lo va a tener complicado para hacerle sombra a Karmele.

Me ha encantado esta entrada.