Ironía quinta

Tengo un amigo que me motivó, sin saberlo, a iniciar este blog y que no hace demasiado me increpó, sabiéndolo, por fallar algún día en la incorporación de nuevos artículos en el mismo. Hecho que me hizo ver la luz y me lleva a comprometerme a intentar cumplir cada día con dicha obligación, lo que significa más trabajo, más responsabilidad. Por eso no puedo estar de preguntarme: no será esto como lo de aquel chiste de “mamá, mamá, tengo un amigo que me traicionado”, “hijo, no sería tan amigo”.

 

Porque nos conocemos desde chicos que si no…