En memoria de Robert Dziekanski
No sé si Robert Dziekanski era buena persona, si era apreciado por su familia, por sus amigos o si saludaba a sus vecinos cuando se los cruzaba en el ascensor. Desconozco también los mismos detalles acerca de los cuatro agentes de policía que le frieron con una pistola Taser.
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Sin embargo, tengo muy claro quiénes son los buenos y los malos de esta historia. Porque si cuatro policías, entrenados para superar estas situaciones, no son capaces de inmovilizar a un hombre que no les está mostrando ninguna hostilidad física y que lo único que hace es dar pasos atrás, indefenso y asustado, es que o bien son muy malos profesionales o bien muy malas personas.
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Y suerte del pasajero que grabó estas imágenes y las difundió, porque si no nos hubiéramos quedado con la versión oficial de que el ciudadano polaco había atacado a los agentes y que éstos no tuvieron más remedio que freírlo por dos veces. El que suscribe ha vivido hechos similares que acabaron con la vida de un familiar no hace demasiado tiempo, por lo que no puede más que sentirse triste por la violencia desmesurada y la muertes innecesarias que provocan en algunas ocasiones algunos energúmenos disfrazados de policía.
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Por el bien de todos, espero que estos cuerpos, necesarios para el orden de la sociedad (tristemente aún los humanos no sabemos auto-controlarnos), sean capaces de ir depurando a estos elementos indeseables, retirándoles las placas y las pistolas, las licencias para matar.
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Cuando disponga del vídeo completo lo colgaré en el blog, pero mientras tanto podéis visualizarlo en este enlace de la BBC en español:
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