Quebranto primero
No tengo el corazón aleccionado
y sucumbo una y otra vez, cautivo,
he perdido el manual y ya no sé...
me embeleso mirándome el ombligo.
No tengo el corazón aleccionado
y sucumbo una y otra vez, cautivo,
he perdido el manual y ya no sé...
me embeleso mirándome el ombligo.
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